Es una de las consultas que más recibo, y hoy te quiero contar cómo evitar que te pase a vos también. Porque un presupuesto no es aburrido, ni tampoco es prohibirte de todo ni dejar de hacer lo que te gusta. Se trata de encontrar el equilibrio, como casi todo en la vida. ¿Querés saber cómo? ¡Seguí leyendo!
¡No te canses de tu presupuesto!
Tener un presupuesto es hacer un plan cada mes, y luego dar lo mejor de vos para respetarlo. Sólo así vas a ver resultados, pero el camino puede volverse difícil a veces. Por eso quiero contarte 3 cosas que yo misma aplico, y sé que te va a ayudar a vos también:
1. Objetivos claros
Saber adónde querés llegar, y qué tenés pensado lograr con tu dinero, hace que los pequeños (o grandes) esfuerzos sean mucho más llevaderos. Como siempre digo, no es lo mismo trabajar más para pagar la luz y el gas, que hacerlo para sacarte una foto con las orejitas de Mickey y el castillo de Disney de fondo 😍 Por eso es importante que siempre tengas a mano frases, fotos o incluso un tablero de visualización (¿ya hiciste el tuyo?) que te ayude en los momentos en los que querés tirar la toalla. Seguir tu presupuesto es mucho más fácil cuando tenés tus objetivos en mente.
2. Presupuestá las salidas
No se trata de eliminar todo lo divertido, sino de medirlo. Saber buscar alternativas más económicas, ir al cine el día que podés aprovechar un 2 x 1, llevar un par de golosinas en la mochila en lugar de pagar fortuna el balde de pochoclos (sí, está permitido, cualquier cosa deciles que Derecho en Zapatillas te avala en ESTE artículo) No siempre hay que dejar de gastar del todo, sino ser más inteligentes a la hora de decidir a quién le damos nuestro dinero. Si te gusta ir a comer un brunch un domingo, presupuestalo. ¿Pedir sushi? ¿Comida mexicana? ¿Hamburguesa con papas fritas? Ya sabés cuál es mi respuesta 😉 Vas a ver que si lo hacés así, gastás sin culpa y te dan muchas más ganas de seguir tu presupuesto.
3. Dinero para vos
Otro de los grandes problemas, sobre todo para las mamás, es que no da una culpa ENORME gastar en algo para nosotras mismas. Pero a la vez generalmente somos las que hacemos el esfuerzo de mantener el presupuesto funcionando y después, cuando queremos gastar en algo para nosotras, no lo hacemos por culpa y nos terminamos frustrando. Eso nos lleva a replantear si realmente vale la pena todo el empeño que pusimos, que si mejor dejamos todo como estaba, y eso es peligroso para vos y tus objetivos!! Por eso te recomiendo que pongas una categoría en tu presupuesto especialmente para vos, y si estás muy ajustada, al menos quedate con los vueltos, como cuando eras chica y tu mamá te mandaba al almacén 😉 Vas a ver que esas pequeñas recompensas te ayudan a hacer todo con más ganas.
¿Vos cómo te llevás con tu presupuesto? ¿Te gustaría tenerlo o mejorarlo? ¡Es muy fácil! Y te aseguro que los beneficios son infinitos.
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